Iván Terrazas y su gran herencia beisbolera

Rolitas

Iván Terrazas y su gran herencia beisbolera
*Su abuelo materno un experto en el Beisbol
*Su padre un extraordinario receptor
*Sus hermanos, uno excelente lanzador y la hermanita experta en Beis


Por Alejandro León Cázares
Rola de Botes Altos.—Ahora que los Diablos han terminado su gran trayectoria hasta lograr el Banderín de la Liga Mexicana de Beisbol, podemos analizar detenidamente a los peloteros que influyeron directamente en la obtención del tan ansiado gallardete en este campeonato 2014.

Allá por el año de 1974, apareció en los llanos de Pastejé, un receptor muy joven que se daba a notar por su calidad de brazo, sus tiros fuertes y controlados y aunque su bateo no era todavía como para espantar a ningún lanzador el chaval mochiteco, llegó a conectar siete imparables, dos de ellos dobletes ya a producir un par de anotaciones, lo que lo calificó para seguir dentro de la organización felina. En 1975, no le fue bien con el bate, pero su trabajo detrás de la goma, siguió acrecentando las esperanzas de los buscadores y en 1976 estuvo un rato con los Cafeteros de Córdoba, para en 1977 retornar a los Tigres a seguir esperando mejores oportunidades. En 1978 y 79, comenzó a ganarse el puesto de titular de la receptoría felina y en 79 estuvo muy cerca de llegar a los cien imparables en la campaña. En 1980 bateó para .241, antes de que llegara la famosa huelga de la Anabe.

Justamente en ese año, ya se hablaba de darle una oportunidad en el Beisbol estadunidense, pero el movimiento de los peloteros en pro de tener una asociación fue apagado por los empresarios del Beisbol y traicionado por el gobierno que les había prometido apoyo sucumbió.

Pero no se perdió la buena semilla y años más tarde un jovencito de escasos 15 años se empezó a dar a notar, por su excelente brazo, su fantástico bateo y su alegría contagiosa para jugar al Deporte de las Inteligencias, que lo convirtieron en un favorito de los cronistas de Beisbol de la Ciudad de México, equipo con el que conectó 17 cuadrangulares en la última temporada que se jugó en el extinto parque del Seguro Social.

Hasta ahí fueron a observarlo una decena de buscadores de talento nacionales y extranjeros, por fín fue firmado por los Bravos de Atlanta, que lo enviaron a su escuela en República Dominicana. Sabemos por experiencia que Atlanta no es una organización que se arriesgue a meter jugadores nuevos al equipo grande. El ejemplo más típico es Vinicio Castilla, quien mientras perteneció a los Bravos no recibió la alternativa, y fue Hasta Que pasó a los Rockies de Colorado cuando le dieron oportunidad de demostrar la clase y categoría del formidable jugador oaxaqueño.

Así también le pasó a Iván Terrazas quien por fin debutó en el circuito profesional mexicano con los Acereros de Monclova, en la temporada de 2006, donde personajes de la talla del “Siete Leguas” Ricardo Saenz, le dieron a Iván instrucción que le completó lo aprendido hasta ese momento y después de batear .338 con 13 jonrones y 53 carreras producidas en su primer año, hizo volver los ojos a muchos de los magnates de Liga Mexicana.

Todavía jugó una campaña más en Monclova, con bateo arriba de los.300, antes de que Roberto Mansur, el directivo escarlata que sabe darle oportunidad a los jóvenes, lo trajo a los Diablos Rojos del México, donde año, con año ha terminado con más de .300 de porcentaje y está próximo a llegar a los cien jonrones de por vida.

Su hermano más chico ya jugó en 2014 su primera temporada como pitcher y ya se dio a notar y su hermanita, ya participó en trabajos periodísticos en la televisión deportiva, mostrando una excelente preparación. Sólo queda felicitar a mamá y papá Terrazas por lo bien que han proyectado el camino al éxito de sus tres baluartes. Felicidades Martín, a ti y a tu apreciable esposa, por todos estos éxitos.

En twitter.com   @Beisbol_Leon